APRENDIENDO A CUIDARNOS CON NUESTRO ASESOR EN NUTRICIÓN, DANIEL RUIZ.
Hoy Lunes, y después del fin de semana, siendo conscientes de que seguramente nos habremos excedido :-), Daniel nos anima una vez más a que nos cuidemos y hoy nos presenta 10 consejos nutricionales para asegurarle a nuestro organismo los nutrientes necesarios para funcionar cada día.
Muchas gracias Daniel y buena tarde a todos :-)
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Si nuestro cuerpo es un motor, el alimento es
nuestro combustible. La comida da a nuestro cuerpo la energía que necesita para
funcionar. Si no nos aseguramos que el combustible que le damos a nuestro
organismo es el correcto en cantidad y calidad, vamos a formar parte de un
montón de chatarra. Lo que comemos afecta a nuestro peso, nuestro humor, nivel
de energía, funciones cerebrales,
rendimiento sexual y pautas de sueño.
A continuación os detallo 10 consejos nutricionales
para asegurarle a nuestro organismo los
nutrientes necesarios para funcionar bien cada día:
1. Come como te dicta la
naturaleza.
Esta no nos creó para consumir alimentos
procesados, súper cocinados y cargados
de conservantes artificiales y químicos. Nuestros descendientes siempre vivieron
en simbiosis con la naturaleza. Es simple, consume más alimentos “vivos” y
consume menos alimentos “muertos”.
2. Elige alimentos
orgánicos.
Frutas y verduras orgánicas pueden a menudo
contener más vitaminas y minerales, sobre todo porque se cultivan sin el uso de
fertilizantes, pesticidas y organismos genéticamente modificados, los cuales se
ha demostrado que tienen efectos dañinos sobre nuestro aparato reproductor y
hormonal, y sobrecargan el hígado.
3. Quítale el polvo a tu licuadora o
batidora.
Pueden ser tus mejores amigas. Pongamos el caso que
vienes del trabajo hambriento y agotado...en vez de abrir un paquete de patatas
fritas, un trozo de pan con algo o tomarte un trozo de chocolate, te preparas en
un minuto un zumo natural o un batido nutricional llenos de vitaminas, minerales
y enzimas. Es una comida rápida que envía una buena carga de nutrientes a tus
células.
4. Limita el consumo de
gluten.
El gluten es una proteína que se encuentra en la
mayor parte de los granos, incluidos el trigo, la cebada y el centeno. La
alergia al gluten, llamada enfermedad celiaca, o la intolerancia en general, son
cada vez más comunes. Incluso si no eres sensible al gluten, le haces a tu
cuerpo un gran favor reduciendo mucho su ingesta, ya que puede irritar y dañar
tu membrana intestinal y ser causante de inflamación o reacciones inmunes.
Algunos granos libre de gluten son el trigo sarraceno, la quínoa y el
mijo.
5.
Mantente a distancia de los alimentos
cargados de azucares refinados y procesados.
Los azúcares y harinas refinadas te pueden llevar a
subidas y bajadas constantes de azúcar en sangre, provocando cambios de humor y
ansiedad por la comida. Elige mejor frutas y verduras, y si vas a tomar
alimentos con alto índice glicémico, combínalos con grasas saludables y
suficiente fibra para regular la entrada de los azúcares en la
sangre.
6. Come grasas buenas.
La gente que hace por perder peso a menudo intenta
consumir poca grasa y pocos alimentos que tengan colesterol, ya que son más
calóricos que las proteínas y los hidratos de carbono. Sin embargo, las grasas
buenas y el colesterol son muy necesarios para la absorción de la mayoría de los
nutrientes y para la producción de hormonas. Algunas formas de grasas buenas se
pueden encontrar en pescados de agua fría como el salmón, en los huevos, carnes
de animales criados con pasto, aceite de oliva virgen extra, frutos secos
naturales y aguacates. Intenta evitar otros aceites vegetales como los de girasol o el maíz, incluidos en margarinas,
bollería industrial, patatas chips, mayonesas, salsas y alimentos
procesados.
7. Prepara tus comidas con esmero y
cariño.
Reduce el uso del microondas. Come más alimentos
crudos que no han sido súper calentados, y si los cocinas, hazlo al vapor o a la
plancha pero a temperatura moderada.
Cuando los aceites se oxidan a altas temperaturas
se vuelven tóxicos para el organismo.
8. Comienza con una buena
ensalada.
Antes de tu plato principal, ya sea en el almuerzo
o en la cena o en ambos, comete una buena ensalada. Elige otras opciones que no
sea la simple lechuga, como canónigos, rúcula, romanilla, espinacas, col
rizada,…y mézclalas con hierbas aromáticas como el perejil, el eneldo, la menta
, el cilantro, el cebollino, el romero, el orégano,.. Cuando comienzas con una
ensalada, llenas tu estomago con alimentos cargados de nutrientes evitando
elegir otras opciones bajas en nutrientes y cargadas de calorías, tanto en los
entrantes como en los postres.
9. Lee las etiquetas.
Los químicos y aditivos de los alimentos pueden
causar estragos en nuestro sistema hormonal y nos pueden llevar a cuadros de
adicción y ganancia de peso. Evita los que empiezan por E- y los saborizantes
del tipo glutamato mono sódico, caseinato cálcico, E-621, acido glutámico,
aceites vegetales hidrolizados, extracto de levadura… que hacen que nuestro cerebro nos pida comer
más de la cuenta. Los encontramos en las sopas de sobre, patatas chips, salsas y
bollería industrial. Si estas en duda, recuerda un consejo: si incluye números y
códigos no te los comas.
10. Come de forma
relajada.
Nuestro sistema digestivo es muy sensible, así que
si comemos de forma rápida y acelerada, pondrá tu cuerpo en un estado de lucha
que ralentizará los procesos digestivos y reducirá mucho la asimilación de los
nutrientes. Lo que no digerimos por comer de esta forma, normalmente fermenta,
creando digestiones pesadas, gases y reteniendo grasas. Asegúrate cuando
comas de sentarte tranquilamente, de forma relajada y tomándote el tiempo para
masticar bien la comida.
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