APRENDIENDO A CUIDARNOS CON NUESTRO ASESOR EN NUTRICIÓN, DANIEL RUIZ
Y volvemos a dejarnos cuidar por nuestro asesor en Nutrición, Daniel Ruiz, que hoy nos aconseja sobre un tema muy interesante, los remedios naturales contra el mal aliento. Nos habla de sus posibles causas entre las que se encuentra la mala alimentación, y nos recomienda alimentos naturales que pueden mitigar este problema que tenemos y que nos afecta a la vida diaria y a nuestra relacion con los demás.
Muchas gracias Daniel y buena tarde a todos :-)
REMEDIOS NATURALES CONTRA EL MAL ALIENTO
El mal aliento no suele ser un
problema local, originado en la boca. Normalmente está provocado por una
digestión incompleta en el estómago y por la fermentación de alimentos en los
intestinos. Las infecciones por hongos (
Candida albicans), acumulaciones
de metales pesados (como mercurio), indigestión, el mal funcionamiento de los
riñones o del hígado e incluso desórdenes pulmonares también pueden ser su
causa.
Se acumulan compuestos sulfurosos en las vísceras y su cuerpo se
libra de ellos evacuándolos por los pulmones y, por lo tanto, a través del
aliento.
Por fortuna, este problema a menudo puede tratarse con simples
productos naturales desprovistos de todo peligro para el organismo.
Un tubo digestivo sano
La primera regla es limpiar su tubo digestivo.
Ingiera más fibras solubles y beba regularmente agua. Atención, no estoy
diciendo que tenga que saturarse de agua tal como recomiendan las autoridades
sanitarias, que querrían convertirnos en plantas verdes tropicales.
El
exceso de agua es malo para la salud, ya que elimina valiosos minerales
presentes en sus órganos. En cambio, beber un gran vaso de agua por la mañana 10
minutos antes del desayuno es una excelente manera de purificar sus riñones.
Durante el resto de la jornada, un vaso de agua antes de cada comida y una taza
de té verde dos o tres veces al día son más que suficientes, a menos por
supuesto que esté realizando un ejercicio físico intenso o haga mucho calor.
Alimentos que contienen agua y fibra son las ensaladas verdes, las frutas, las
hortalizas crudas, los brotes y la habas.
Una buena flora intestinal
Para funcionar bien, su tubo digestivo
necesita una flora intestinal de calidad. Y así será si cultiva en él buenas
bacterias, consumiendo regularmente "probióticos", bacterias que se denominan de
este modo porque "favorecen la vida". Estas bacterias “buenas” facilitarán su
digestión y eliminarán las malas bacterias que producen gases
malolientes.
Factores agravantes
El ajo y la cebolla, que contienen muchos
componentes sulfurosos, provocan mal aliento.
Las personas que digieren
mal la lactosa (el azúcar de la leche) -que son muchas- pueden tener mal aliento
cuando consumen productos lácteos.
Una mala higiene bucal no facilita las
cosas: la acumulación de placa dental, la caries, las enfermedades de las encías
y los restos de alimentos que se pudren entre los dientes son factores
agravantes.
Así pues, tiene la posibilidad de mejorar su estado actuando
sobre todos estos factores.
Una vez que haya hecho todo ello, habrá
tratado el fondo del problema. Ahora bien, puede no ser suficiente en todos los
casos. ¡Y es aquí donde puedo aportarle información verdaderamente útil.
¡Su madre tenía razón!
Seguramente recuerda que su madre
ponía una buena dosis de perejil en los platos que llevaban mucho ajo.
El
motivo es que el perejil contiene muchísima clorofila, ese pigmento verde que
confiere su color característico a las hojas y las plantas. Y la clorofila es un
potente desodorante natural para el organismo.
En 1950, el Dr. Howard
Westcott publicó las conclusiones de un estudio que había llevado a cabo sobre
pacientes anémicos, durante el cual pudo constatar que el olor de la orina de
quienes habían tomado clorofila era mucho menos fuerte.
Supuso entonces
que la clorofila atenuaba el mal aliento y los olores corporales, un hecho que
verificó en el curso de una pequeña prueba informal que realizó con otros
médicos y enfermeras.
Les hizo tomar zumo de cebolla (una práctica
afortunadamente poco extendida) y constató que el olor disminuía enormemente en
aquellos que después realizaron enjuagues bucales con clorofila.
No hizo
falta más para desencadenar un movimiento mundial a favor de los chicles y los
dentífricos de clorofila.
Doble efecto de la clorofila
La razón del poder de la clorofila para
combatir el mal aliento es doble.
En primer lugar, suprime los olores en
la boca y en la garganta. Pero en segundo lugar -y esto es lo más interesante-
la clorofila es fuertemente alcalina, lo que quiere decir que tiene un efecto
beneficioso sobre las vías digestivas, al regular la producción de bacterias y
desintoxicar el cuerpo.
La actividad desintoxicante de la clorofila en el
flujo sanguíneo tiene un efecto purificante sobre todo el cuerpo que refresca el
aliento.
Pero atención: muchas personas confunden la menta con la
clorofila.
La menta, así como los enjuagues bucales de menta, no hacen
nada para combatir el mal aliento. Se limitan a enmascarar el olor, sin atacar
las causas internas del problema.
Además, según estudios realizados en
los últimos años en la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, la utilización
diaria de enjuagues bucales tiene consecuencias en:
- El riesgo de cáncer de boca.
- La erosión del esmalte dental.
- El aumento de la sensibilidad de los dientes.
Sin embargo, el
aspecto más molesto de los enjuagues bucales es que pueden agravar sus problemas
de aliento. Esto se debe a que suelen contener alcohol, que mata masivamente las
bacterias presentes en su boca. El efecto inmediato es que el aliento mejora,
pero el efecto a largo plazo es que el espacio liberado es rápidamente
colonizado por malas bacterias. Por lo tanto, recurrir a enjuages bucales contra
el mal aliento no hace sino incrementar el círculo vicioso.
La clorofila,
sin embargo, no produce ningún “efecto dominó” de este tipo; al contrario, actúa
de modo positivo sobre la salud general, ya que tiene también propiedades
anticancerígenas, antioxidantes y antiinflamatorias.
Contiene asimismo
muchos nutrientes esenciales: vitamina A, C, E y K, ácido fólico (B9), hierro,
calcio y magnesio.
Tiene un potente efecto quelante, es decir, se une a
los metales pesados, como el mercurio, y los evacúa del cuerpo.
Como
cabría esperar, encontrará gran cantidad de clorofila en las hortalizas verdes y
en las algas. El mate (infusión que se consume en Sudamérica) es una de las
fuentes conocidas más ricas en clorofila.
Eneldo, alfalfa y perejil
Masticar granos de eneldo es otra manera
excelente de atenuar el mal aliento, al igual que tomar granos de anís –de sabor
parecido al eneldo- al final de cada comida. Por último, puede elegir tomar
complementos alimenticios a base de clorofila: la dosis estándar es de 1
cucharadita de granulado o un comprimido de 100 mg al día después de cada
comida.
Si elige tomar un complemento de clorofila en forma líquida, como
la alfalfa líquida, es posible tomar hasta una cucharada sopera o de 500 a 1.000
mg al día. El líquido debe estar diluido en zumo o en agua.
Sin embargo,
yo personalmente prefiero el remedio de nuestras madres: el perejil. Si toma
hojas de perejil con la comida, éstas acompañarán a los alimentos a lo largo de
la digestión, produciendo así su efecto refrescante allí donde hace falta y
cuando hace falta.
Y si estás inetresado en consultar más consejos sanos, no dudes en entrar en:
http://mejoranebienestar.blogspot.com